No apetece reflexionar

Superintendente financiero Jorge Castaño. Fuente: Portafolio.co

 En una conversación como cualquier otra en WhatsApp decidí aplicar un poco de
esta dinámica tan apasionante que desde las civilizaciones más antiguas nos
regalaron, reflexionar.

El ejercicio no iba más allá de hacer unas preguntas, cuestionar permanentemente
todo lo que diga mi contertulia -si es que una conversación por WhatsApp puede ser
una tertulia-. A mi amiga solo le cuestione quién era ella para garantizar alguna
banalidad que ya no recuerdo. Pero la dinámica no tenía su centro en el inicio, sino
en lo placentero que se vuelve preguntar, escudriñar en la respuesta repentina que
dejaba ella que me son más interesantes que la respuesta pensada con la que
cualquiera puede quedar bien e inteligente.

Sin embargo, con la misma precariedad y precocidad de la primera vez en el sexo,
se acabó rápido, ella no soportó más y la entiendo; a la final yo estaba de bromas
pero me quedo gustando cuanto avanzaba. Tal cual como el sexo primerizo, crees
que es juego hasta que estás a oscuras, muerto de los nervios porque imaginaste el
momento pero jamás sabes cómo actuar en el. Naturalmente me dijo que no le
apetecía filosofar y no solo con matar ese momento, me ordenó el que no
reflexionara más. Pero yo no puedo; primero porque olvido lo que no quiero y soy
terco con todo aquello que disfruto.

Dejando esta conversación y el celular también, empecé a jugar solo con esto, a
pensar durante horas, y no exagero porque hablo exactamente de 6 minutos de
diferencia para cumplir las 7 horas. ¿Y que hice durante 7 horas?, reflexionar. Me di
un momento de soledad junto una terapia personal que seguro los de mi generación
aplicamos, Youtube. Mi mente, mis decisiones y yo llegamos a videos de crítica
social, donde hallé videos que defendían la ventaja de nuestros tiempos, los
millennial ya no nos interesa pensar para responder sino más bien ‘googlear’ para
responder.

Y desistir de la reflexión deja la pereza de pensar. Ya no hay tiempo para pensar,
hay poco tiempo y recursos para hacer algo de responsabilidad pero siempre hay
bastante tiempo y “recursos” para disfrutar y dejar fluir cada suceso sin
consideración o preocupación alguna.

Hoy hablar de esto tiene mucho que ver con el despropósito que nos entrega el
superintendente financiero Jorge Castaño en entrevista con El Tiempo al enseñar
las terroríficas cifras de que en los últimos años se incrementó del 25% al 35% los
créditos de largo plazo para consumo, que tienen todo que ver con la pereza de
reflexionar. La gente se llega a endeudar hasta !48 meses¡ para unas vacaciones,
indudablemente ahora podemos tener vacaciones inolvidables. El incremento del
10% va de la mano de cómo los jóvenes de veintitantos años en adelante no
consideran nada y van sacando estos préstamos, pero esperen que nosotros
jóvenes de 18,19, 20 años tengamos mayor poder adquisitivo para que pensemos
menos el aumentar más a esta cifra de los créditos de consumo a largo plazo. Mi
conclusión es filosofe, y luego mira en que mete la pata.

- @Santiagolope7_ - Twitter

Comments

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Gran articulo, gracias